Un día solo tiene 24 horas, pero una jornada laboral tiene muchas menos. Por consiguiente, resulta obvio que el tiempo es limitado y cuanto más productivo se es menos hace falta para llevar al día las labores de una clínica dental, sin robarle minutos al merecido descanso.
Conoce los factores que más afectan a la productividad de un clínica dental y que impiden gestionar con éxito una clínica dental:
Empezamos por el que creemos que es el factor más importante para incentivar la productividad en un estudio dental. La organización es necesaria para el correcto desarrollo de cualquier empresa, pero en el ámbito sanitario, donde existen pacientes y no solo clientes, es doblemente importante para garantizar el bienestar de los usuarios.
Sin una correcta organización quedarán tareas atrasadas, existirá personal que no conozca bien su rol y realice tareas que le competan a otro, es decir, duplicidad de tareas. La sala de espera, que todos sabemos que es donde menos hay que esperar, pues los pacientes prefieren aprovechar su tiempo, se llenaría al no tener optimizado el sistema de citas y no haber realizado una correcta planificación del tiempo necesario para las asistencias.
La organización afecta a todo el funcionamiento de la clínica y, por lo tanto, resulta primordial encontrar novedades en la gestión integral de policlínicas dentales para comenzar a cosechar éxitos.
La mecanización de tareas y el trabajo repetitivo suele provocar aburrimiento y problemas de atención, lo que repercute en las tareas realizadas, dando lugar a errores humanos totalmente evitables y a la postergación de los quehaceres.
En relación con lo anterior, porque mucho tiene que ver con la realización de tareas mecánicas y aburridas, está la procrastinación de obligaciones. Es decir, dejar para otro momento aquellas tareas que no resultan agradables y sustituirlas por otras más sencillas y menos importantes.
Cuando se trata de tareas sin importancia no hay problemas, pero cuando son sujetas a plazo o requieren de muchas horas para su realización terminan acumulándose… y al final vienen los agobios. Así que revisa tus cuentas, no lo dejes para el último día.
Ningún ser humano, puede mantener la concentración el 100% de su tiempo de trabajo. Llega un momento que el cansancio hace mella o la desconcentración provoca bloqueos y embotamientos.
Una buena gestión del tiempo de trabajo en una clínica dental proporcionará frescura y aumentará la productividad de los empleados. No quiere decir que a mayor descanso mayor productividad, sino que hay que encontrar el equilibrio perfecto.
Un descanso excesivo dentro del horario laboral, por ejemplo un desayuno que supere la media hora, conlleva más dificultad para centrarse en las ocupaciones a realizar después del “break”. De igual manera que una jornada maratoniana de muchas horas reducirá considerablemente el rendimiento y favorecerá la realización de tareas en modo automático.
El personal debe de estar debidamente formado para poder llevar a cabo todas las tareas con el nivel de calidad que seguro que te gustaría tener en tu clínica. La cualificación de los empleados es exigible independientemente de la posición que ocupe el empleado. Por consiguiente, tanto la persona encargada de la recepción de los pacientes como los encargados de ejecutar los tratamientos deben dominar su ámbito de actuación.
Ello nos lleva a pensar que la especialización es una manera excelente de aumentar la productividad dentro de la consulta, siempre y cuando sea posible por tamaño, claro, pues así cada persona puede centrarse en realizar aquellas tareas que mejor domina y que seguramente ejecutará más rápido que otras.
La atención dividida es algo que suele darse en todos los trabajos, pero que para nada es recomendable, ya que los humanos tenemos serias limitaciones para atender dos o más estímulos a la vez. Normalmente lo que ocurre es que una tarea se realiza medianamente bien y otra termina siendo un desastre o, más usualmente, ninguna de las dos termina siendo bien ejecutada.
La realización de dos o más tareas a la vez conviene solo para aquellas prácticamente informatizadas, que no requieren concentración, en caso contrario mejor evitar las multitareas para no tener que repetirlas por hacerlas mal o, en el peor de los casos, para no dañar a un paciente.
Un ambiente de trabajo sano, sin tensiones y con compañerismo es lo mejor para generar ganas de trabajar. Está estudiado, cuando las personas estamos en un entorno donde todo el mundo arrima el hombro aumentamos la productividad, por el contrario, cuando nos encontramos con compañeros que no dan todo de sí tendemos a relajarnos y a no sacar nuestro máximo potencial.
Es perfectamente normal que en los trabajos surjan fricciones entre los trabajadores o incluso entre jefes, pero si son moderadas y se consiguen controlar estas situaciones los empleados estarán felices y rendirán más y mejor. La sobreexigencia y el estrés Cada persona puede hacer un número máximo de tareas diarias y si se le exige más de la cuenta tendrán malestar y sensación de ahogo, lo que no lleva al lado oscuro, pero si al estrés, que es un factor que afecta significativamente al rendimiento laboral.
La tecnología es nuestra gran amiga para gestionar y controlar todas las acciones que se realizan en la clínica, nos permite ahorrar tiempo haciendo que las tareas repetitivas sean automatizadas y más fáciles de realizar. Sin olvidar que, por consiguiente, contribuyen a aumentar la rentabilidad de una clínica dental.
Además, los aparatos de diagnóstico modernos, que están conectados al ordenador son tremendamente útiles para tener todo organizado en ficheros digitales.
Existen muchos más factores que afectan a la productividad en una clínica dental, como pueden ser las distracciones, la ausencia de incentivos laborales o el tiempo disponible para dedicarlo a la gestión empresarial. Lo ideal es que realices un estudio de tu clínica y luego optimices e inviertas en aquello que realmente ayude a aumentar tu rendimiento y el del resto de empleados.