La competencia en el sector dental se está volviendo muy fuerte. Cada vez son más las personas que demandan un tratamiento dental. La mayor esperanza de vida, la globalización, los avances tecnológicos y los márgenes de rentabilidad del sector son algunos de los motivos del aumento de la competencia en los últimos años.
Debido a esta competencia creciente, las clínicas y los odontólogos se están esforzando más y más para destacar en el mercado. Una de las formas más efectivas de conseguirlo es la construcción de una imagen de marca sólida que te diferencie de la competencia. En este artículo no sólo nos centraremos en la marca de la clínica sino también en la marca personal de los odontólogos.
La construcción de una marca sólida es vital para el éxito de una clínica. No sólo ayuda a atraer a nuevos pacientes, sino que también aumenta la fidelidad y la satisfacción de los que ya tenemos. Además, es un reflejo de la calidad del servicio que se ofrece, lo que ayuda a generar confianza en los pacientes y aumentar la credibilidad de los profesionales.
Es importante tener un logo atractivo y coherente, un sitio web para la clínica dental y una adecuada presencia en las redes sociales que reflejen los valores y la visión del equipo. La marca debe ser reconocible en todos los canales de comunicación para aumentar la percepción de calidad y coherencia de la clínica.
Por otro lado, la marca personal es igualmente importante. Los pacientes quieren sentirse cómodos y seguros en la silla del gabinete, y la marca personal de los dentistas generara confianza en los pacientes y aumenta la fidelidad a largo plazo. Los odontólogos deben construir su marca personal mediante la comunicación y promoción de su formación, de sus logros y especialidades,... y pueden destacar en la industria dental mediante la publicación de artículos, blogs y, cómo no, con su participación en presentaciones y ponencias en congresos profesionales.
Tanto la marca de la clínica como la marca personal de los odontólogos son fundamentales para crear una buena imagen, y son factores clave para una correcta diferenciación respecto a la competencia. Eso sí, la construcción de una marca sólida requiere tiempo, dedicación y esfuerzo. Veamos a continuación cuáles son sus principales ventajas.
La construcción de una marca sólida tanto de la clínica como de los odontólogos tiene beneficios a largo plazo.
En primer lugar, induce a una mayor fidelidad de los pacientes. Como consecuencia de esto, aumenta notoriamente la recomendación a otras personas de sus círculos sociales y familiares. Está demostrado que los pacientes que confían en la marca personal de un odontólogo es más probable que vuelvan a la clínica y recomienden la clínica a amigos y familiares. Estamos construyendo una relación de confianza, algo fundamental en la gestión y tratamiento de la salud dental.
En segundo lugar, una marca reconocida en el mercado puede permitir la expansión de la clínica a nuevas especialidades y servicios. Si tu marca es fuerte y reconocida en el sector, los pacientes estarán más dispuestos a probar nuevos servicios o tratamientos que ofrezcas. Además, una marca con buena imagen permite que los profesionales de tu clínica puedan llegar a ser considerados expertos referentes en su campo, lo que de nuevo incrementa la credibilidad y la confianza de los pacientes.
Por último, la rentabilidad de tu clínica estará en mejor disposición para aumentar. Los pacientes que confían en la marca de tu clínica son más propensos a aceptar tratamientos adicionales y a pagar precios más altos por los mismos. Como decíamos, una marca sólida puede generar una mayor fidelización y, a su vez, aumentar el volumen de pacientes y la rentabilidad de la clínica.
Como ves, trabajar tanto en la construcción de la marca de la clínica como en la de los odontólogos es crucial para el éxito de la clínica. Una marca con buena imagen conduce a una mayor fidelización entre sus pacientes, y fomenta la aparición de la figura de los prescriptores, lo que a su vez incrementa el volumen de pacientes y la rentabilidad de la clínica.
En un mercado cada vez más competitivo, la imagen de marca puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de la clínica. Y como apuntábamos antes, es importante que la marca sea coherente, atractiva y que refleje los valores y la visión de la clínica.