La mayor preocupación de todo odontólogo es la de convertir una clínica dental en rentable. El primer paso es comprender que una clínica es una empresa y como tal hay que gestionarla correctamente para que arroje beneficios que permitan al profesional vivir de ello.
Es decir, no se puede abrir un negocio y esperar que el azar haga el resto: la suerte hay que buscarla. Te recordamos algunas acciones que te ayudarán a que tu proyecto sea sostenible.
Seguramente hayas oído hablar del análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades o amenazas, lo que se conoce como DAFO o FODA. En este caso, nos centraremos en el análisis interno, es decir, en el conocimiento de tu propia empresa, obviando lo externo.
Para llevarlo a cabo, deberás hacerte una serie de preguntas que te permitan orientarte, tales como: ¿Tengo un equipo comprometido? ¿Qué hacemos muy bien? ¿Qué hay que mejorar? ¿Qué factores reducen las ventas? ¿Qué problemas operativos internos tengo? El número de preguntas puede ser infinito, pero lo que se trata es de conozcas tu empresa y así identificar donde hay margen de mejora.
No exactamente, pero podríamos decir que se trata de la parte externa del DAFO. Se trata de que analices a la competencia, los productos y a los nuevos servicios del mercado. Esto es primordial para saber a qué te enfrentas y para tomar decisiones importantes, como la de elegir un buen lugar donde instalar la consulta, para que esté cerca de tus posibles pacientes.
Mantener las finanzas saneadas es una de las claves para alcanzar la estabilidad empresarial. Vigilar la compra de los materiales, los servicios contratados y los gastos de personal resulta esencial si quieres asegurar la buena marcha de tu clínica.
Además, solo si conoces bien tus gastos podrás eliminar los superfluos. No lo olvides, una buena gestión económica puede hacerte ahorrar mucho dinero, sin reducir la calidad de tus servicios.
Seguro que te pasa que el tiempo se te escapa y no puedes realizar todas las tareas que tienes en la agenda, y si al final las haces es a costa de reducir tu tiempo de descanso. Si ese es tu caso no puedes seguir así, te terminará pasando factura, así que tienes que hacer algo para remediarlo.
La gestión empresarial no solo incluye las finanzas, sino que constituye un todo. Cualquier cosa relativa a la clínica debe ser controlada y optimizada, es la única manera de poder atender a todos los pacientes correctamente, ya que cada momento que pierdas es un tiempo que no destinas al cuidado de alguno de ellos.
Una buena forma de organizar todo de una manera sencilla es usar un software especializado para dentistas que permita la gestión empresarial integral, tanto de los aspectos sanitarios como de aquellos que son comunes a cualquier negocio.
Aplicar la tecnología puede ser muy positivo para tu negocio, contar con máquinas para el diagnóstico que puedan ser conectadas a los ordenadores hará que tengas todo a mano, pudiendo visualizar al instante radiografías y otra pruebas, manteniéndolas ordenadas por paciente en archivos digitales. Estos recursos contribuirán, sin duda, al gestionar con éxito una clínica dental.
La innovación es a su vez un reclamo para los clientes, que acuden atraídos por los nuevos tratamientos y las formas de llevarlos a cabo.
La ubicación de la consulta es también un aspecto importante para aumentar el número de pacientes. No es lo mismo situarla en una zona muy poco concurrida, que en un lugar de paso donde muchos pudieran ver el letrero y probar a entrar.
La accesibilidad es primordial si quieres que llamen a tu puerta, para ello será necesario además de la buena localización un plan de marketing que te ayude a dar a conocer tu clínica. No olvides que el marketing también requiere de acciones online, ya que muchos clientes nuevos te encontrarán en la Red.
El paciente es lo más importante, por ello debes hacer todo lo posible para que esté bien atendido y se marche feliz. Un paciente puede tener un efecto multiplicador tremendo, sobre todo si habla bien de ti. El boca a boca sigue siendo una buena herramienta de marketing en el sector dental, por lo que alguien contento con tu servicio puede reportarte nuevos clientes.
Para empezar puedes crear un entorno tranquilo en la clínica, con un olor agradable, música, con cuartos de baños limpios y una zona de recepción y otra de espera bien cuidadas y totalmente diferenciadas.
Todos los empleados deben ser amables, independientemente de su rol dentro del equipo, pues el trato personal puede marcar la diferencia con la competencia. En cuanto a la política de precios cada clínica tiene libertad para establecerlo, pero lo importante es ser muy claros con el paciente. Explicarle el tratamiento normalmente es la mejor forma de justificar un precio, recuerda que para el paciente nada es barato.
En definitiva, si de verdad quieres convertir tu clínica dental en una empresa rentable tienes que optimizar la gestión de la misma, prestando especial atención a las finanzas, a la organización del tiempo y al paciente, desde antes incluso de serlo.